La crisis energética en Ecuador, marcada por cortes eléctricos de hasta 14 horas, se debe a la alta dependencia de las hidroeléctricas y la falta de medidas eficientes. Carlos Albarrán experto en gestión energética destaca que una gestión energética deficiente afecta la economía y la calidad de vida. Proponen la implementación de la norma ISO 50001:2018 y la diversificación de fuentes de energía como soluciones clave.
Ecuador atraviesa una de las crisis energéticas más significativas de las últimas décadas. La dependencia de las hidroeléctricas y la falta de medidas eficientes han llevado a frecuentes cortes de electricidad, de hasta 14 horas, que afectan tanto a la economía como a la vida diaria de los ciudadanos.
Las interrupciones en el suministro de energía han impactado el acceso a servicios básicos como el agua potable y el transporte, generando inestabilidad y preocupación entre la población. Carmen Morales, contadora, menciona que algunos días apenas puede trabajar tres o cuatro horas. Por su parte, Melanie Güiña cuenta se levanta temprano para poder realizar las labores del hogar antes del corte energético: “tengo que apegarme a un horario”.
Dependencia de las hidroeléctricas
De acuerdo con el Balance Energético Nacional emitido por el Ministerio de Energía y Minas de Ecuador, en el año 2023 la capacidad instalada existente en el país tuvo una participación del 58,1 % de hidroeléctricas, 38,6 % de térmicas y 3,3 % distribuido entre plantas de otras energías renovables.
En vista de que el mayor aporte energético provienes de las hidroeléctricas, se estima que más del 70% de la electricidad proviene de esta fuente, el estiaje que afecta al país este 2024 se convierte en uno de los principales factores de esta problemática, aunque no el único. Desde las últimas sequías, los niveles de los embalses han bajado alarmantemente, reduciendo la capacidad de generación de las hidroeléctricas. A esto se suma un aumento en el consumo de electricidad que no ha sido acompañado por un incremento en la producción.
A finales del año 2023, la dirección ejecutiva del Operador Nacional de Electricidad – CENACE haló de las propuestas para afrontar la crisis, que incluyen la optimización de la operación del sistema eléctrico, el aseguramiento del abastecimiento de combustible, la maximización de la disponibilidad del parque térmico y la gestión de los racionamientos de energía para garantizar la seguridad del sistema.
Un año después la crisis se ha incrementado, los racionamientos eléctricos son más frecuentes y prolongados y los ecuatorianos deben ingeniárselas para poder darle continuidad a sus actividades pese a la falta de electricidad.
¿Qué opinan los expertos?
Para presentar una visión más amplia, Agencia RP entrevistó a Carlos Albarrán, ingeniero eléctrico experto en gestión energética. Albarrán cuenta con más de un década de experiencia en la industria eléctrica de Venezuela, específicamente en la Gerencia de Uso Racional y Eficiente de la Energía; actualmente dirige la sucursal de una empresa que atiende la región sierra, oriente y norte de Ecuador en el área Petrolera, Minera y Construcción Desde Ecuador; vía telefónica nos ofrece su visión experta sobre cómo enfrentar estos desafíos.
¿Quisiera comenzar hablándonos un poco sobre la crisis energética que actualmente atraviesa Ecuador? ¿Cómo evalúa esta situación desde su perspectiva técnica?
Ecuador, como muchos otros países, enfrenta desafíos significativos en su sector energético. El país depende en gran medida de fuentes hidroeléctricas de energía, en tal sentido, la sequía y situación climática ha afectado profundamente la capacidad de las hidroeléctricas para satisfacer la demanda eléctrica del país, si a esto sumamos las pocas medidas que promuevan la eficiencia energética nos encontramos ante la crisis que hoy vivimos.
Menciona el tema de la eficiencia, en términos de gestión, ¿cómo afecta la falta de una estrategia energética eficiente a la economía y la calidad de vida de los ecuatorianos?
La falta de una gestión eficiente de la energía tiene efectos directos sobre la economía y sobre los ciudadanos. En primer lugar, las industrias y empresas que dependen de una fuente de energía confiable y económica enfrentan aumentos en sus costos operativos, lo que puede afectar la competitividad. Esto se traduce en precios más altos para el consumidor final. Pero más importante aún, incrementan la demanda de energía de manera insostenible para el sistema eléctrico nacional y que contribuye a las interrupciones en el suministro energético que por supuesto afectan la calidad de vida de los ciudadanos, provocando apagones, inestabilidad en el acceso a servicios básicos como agua potable y afectaciones al transporte, que dependen de la electricidad.
Respecto a la gestión de la eficiencia energética, entiendo que hay una actualización de la norma ISO 50001 que será obligatoria en Ecuador a partir del 2025. ¿Cuáles son los elementos clave de esta norma que Ecuador podría implementar para mejorar la situación energética?
La norma ISO 50001:2018 es un estándar internacional que proporciona un marco para establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión de la energía. El enfoque principal está en la mejora continua, la optimización del uso de la energía y el incremento en la eficiencia de los proceso operativos. Algunas de las posibles soluciones las estuve comentando recientemente en la conferencia del 15 de noviembre del presente año en el Centro de Convenciones de Quito.
La responsabilidad de las industrias
Albarrán hace referencia al hecho de que la aplicación de la norma en las industrias tendrá un aporte significativo en la solución de la crisis energética del país. Durante la Feria Nacional de Petróleo desarrollada el pasado mes de noviembre en el Centro de Convenciones Metropolitano de Quito, disertó la conferencia titulada: Eficiencia en los procesos operativos para la industria Petrolera, Minera y construcción.
Durante su disertación destacó cuatro aspectos fundamentales que se presentan como soluciones tras la aplicación de la norma ISO5001:2018 en las organizaciones públicas y privadas.
- Planificación y compromiso de la alta dirección: Para que un sistema energético funcione de manera eficiente, es necesario que haya un compromiso serio desde las altas esferas del gobierno y las empresas. La política energética debe alinearse con los objetivos nacionales de sostenibilidad y competitividad.
- Auditorías energéticas: Realizar auditorías regulares es fundamental. Identificar los procesos que consumen más energía permite implementar soluciones específicas, como equipos más eficientes o la optimización de procesos industriales.
- Medición y monitoreo continuo: Contar con indicadores clave de desempeño energético (KPI) ayuda a gestionar mejor los recursos y prever problemas antes de que afecten al sistema en su conjunto.
- Capacitación y sensibilización: La gente debe ser consciente de la importancia de reducir el consumo energético, no solo en las empresas, sino también en el hogar. La educación sobre el uso eficiente de la energía puede generar cambios de hábitos que contribuyan a mitigar la crisis.
Durante la Feria Nacional del Petróleo ¿Cómo se abordó el tema energético?
En este encuentro se encontraron diferentes empresas públicas y privadas que son punta de lanza en el sector industrial y energético, como Petroecuador por ejemplo. En vista de ello, el tema energético se puede decir que fue un hilo conector y medular. No solo en mi conferencia, también en otras ponencias se destacó la importancia de abordar oportunidades de mejora en procesos de producción para la industria petrolera, minera y construcción.
Durante mi participación, me enfoqué en mostrar cómo lograr mejoras significativas en la eficiencia productiva y reducir consumos de energía, usando procedimientos adecuados, haciendo una correcta selección de materiales y usando las últimas tecnologías; gracias a esto y con ejemplos prácticos pudimos establecer oportunidades de mejora que pueden ascender hasta un 30% de aumento en la eficiencia en algunos casos.
En términos prácticos, ¿qué soluciones pueden tomarse en Ecuador a corto y mediano plazo?
A corto plazo, lo más urgente es que el gobierno promueva políticas de ahorro energético. Esto incluye incentivos fiscales para empresas que implementen tecnologías más limpias y eficientes, así como promover la modernización de infraestructura para mejorar la distribución, que ya están algunos proyectos en marcha. A nivel doméstico, campañas de concienciación pueden ser útiles para sensibilizar a la población sobre el uso racional de la energía.
A mediano plazo, recomiendo que se dé prioridad a la diversificación de fuentes de energía. Ecuador tiene un potencial enorme en energías renovables, como la solar y la eólica, que podrían disminuir la dependencia de recursos fósiles. Además, invertir en la modernización de la infraestructura eléctrica, especialmente en las redes de transmisión, es clave para evitar pérdidas de energía.
Finalmente, ¿puede Ecuador superar esta crisis energética?
– Soy optimista si se toman las decisiones correctas. Con la implementación de sistemas eficientes de gestión de la energía, el país no solo puede mejorar su independencia energética, sino también contribuir significativamente a la sostenibilidad y al desarrollo económico. Además, las oportunidades de generación de empleo en sectores como la energía renovable y la eficiencia energética son considerables, lo que podría ser un motor de crecimiento para el país. Es por ello que me encuentro trabajando en un proyecto de promoción a la eficiencia energética donde queremos dar impulso a la conformación o mejora de sistemas de gestión ajustados a la realidad y que verdaderamente permitan reducir consumos de energía y emisiones de CO2.
Carlos Albarrán es ingeniero eléctrico con estudios de postgrado en Gestión y Eficiencia energética. Cuentas con las certificaciones en Six Sigma y en sistemas de gestión eficiente de la energía ISO 50001:2018. Laboró más de 13 años en la empresa eléctrica de Venezuela especialmente en la Gerencia de Uso Racional y Eficiente de la Energía. Actualmente dirige la sucursal de una empresa que atiende la región sierra, oriente y norte de Ecuador en el área Petrolera, Minera y Construcción. Paralelamente lidera los proyectos de su empresa Energy Process, C.A.
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